Longevos

Recuerdo tus entrañas y las mías rozándose, tus pensamientos volando y acariciando los míos entrelazándose. Te juro que los podía ver. Encontrar en tu boca el sabor de la mía de tanto besarnos. Recuerdo desear no desearnos tanto para no gastar el deseo. Que el día empezara de nuevo al poco de empezar, que la noche no se acabara jamás. Recuerdo el día en que se me paró el corazón y tiré la llave para no darle cuerda nunca más. Fue el día en el que más he llorado en mi vida. Ahora, cuando te miro, sólo recuerdo. Cuando te miro, sólo espero a que tú recuerdes para ver si me miras.

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2 respuestas a Longevos

  1. marta dijo:

    Gracias por este rato, me pasó el tiempo volando. ¡¡Quiero mas!!

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